DON MARIO PARRA
Edgardo
Malaspina
Sus
composiciones han triunfado más allá de
nuestras fronteras. Sus grandes y contundentes
logros en el difícil arte de la música contrastan enormemente con su sencillez y humildad. Se trata de Don
Mario Parra, excelso poeta del llano, y quien según Miguel Pérez, el enigmático
bardo de San Carlos, “es un fuera de serie a la hora de musicalizar versos”.
En el inicio de su carrera artística le
atrajo el teatro, por lo tanto Antón
Chejov y José Ignacio Cabrujas no le son ajenos con sus “Canto del
Cisne” y el Baile detrás del espejo”. Pero su verdadera vocación pertenecía al mundo de Orfeo.
En
1977 Mario irrumpe en la palestra de los
ritmos y el canto. Frecuenta, en San Juan de los Morros, a un grupo de músicos
consagrados. La grabación del próximo LP de Eneas Perdomo es el motivo de las
reuniones. Asisten, entre otros, Braulio Palma, Carlos Parra, Octavio Seijas y
el Indio Tenepe. Falta una pieza para completar el disco del cantor de Fiesta
en Elorza; y Mario está escribiendo inspirado en una mujer bella de “grandes
ojos, hermosos y negros”. Tímidamente propone sus estrofas, las cuales son
aceptadas con reserva en calidad de “relleno”. El éxito fue total y el público
catalogó el pasaje “Ojos Negros” como la
mejor canción del LP.
En
lo más íntimo de su ser, Mario dedicó su primer triunfo lírico a su madre, Doña
María Apolonia Tovar de Parra, quien se había marchado para siempre en 1956 .
Desde Cabruta guió sus pasos por los senderos de la cultura .
Mario hizo suyo el verso de Machado “caminante
no hay camino, se hace camino al andar”.
Por eso ningún rincón de Venezuela le es ajeno .Por eso una simple frase
lanzada por su hermano David, cruzando el Orinoco, pudo servirle de motivo para
componer “Romance de e paso e Caicara”, cantada por el Pico de Oro José Alí
Nieves. Una pasión en Caracas se
convierte en “Lucerito compañero”. El recuerdo de “Ojos Negros” se transmuta en
“Aquellos ojitos tristes”. Un amor ingrato que afecta “un corazón noble y sincero” y que sólo se
supera con gran fuerza de voluntad no es más que “Un recuerdo que te dejé”.
Las
mejores voces de la canta criolla han
interpretado las letras o arreglos de Mario Parra: Eneas Perdomo, Ángel Ávila,
Salvador Gonzalez, El Cubiro, José Alí Nieves, Simón Diáz, José Catire Carpio,
Freddy López, El Pollo de Orichuna, Nelson Morales, Oswaldo Rey, Juan del
Campo, Teo Galíndez, Braulio Palma; y agrupaciones como Un solo Pueblo y Los
Corraleros de Majagual.
En
el patio de su casa, allá en Las Mercedes del Llano, bajo la sombra de los
árboles y entre cantos de aves, Mario Parra sigue la musa del pentagrama y
fragua versos elegantes
dedicados a los paisajes naturales , a los sentimientos, a las pasiones
humanas, y en fin, a la vida con todos sus altibajos, para deleite de Venezuela
y orgullo de Guárico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario